No confundirse

Aunque
una idea
sea de veras
sagrada,
es mejor
no confundir
el mensaje
con el mensajero.
Si no
distinguimos
la fuente
del pozo
confundimos todo
y quizás fundamos
una religión.

Sueño y soñar

La energía
de la vida
cambia,
pero la esencia
de la existencia
es infinita.
Somos todo,
materia y alma,
sueño y soñar,
vivimos cada forma.
La fuerza divina
nos da
las posibilidades,
pero la creación
es nuestro deber.